viernes, 3 de enero de 2014

TAMBIÉN LO SÉ, PORQUE LO VIVÍ.





TAMBIÉN LO SÉ, PORQUE LO VIVÍ.

A mí nadie me espera, aunque puedo  ya no busco esa bella preocupación femenina.
La espera y ansiedad por alguien amado hoy las perdí… me dejaron… las dejé… abandoné.
Mientras mis hermanos siguen disfrutando de sus vidas  junto a su esposa e hijos,
mi antigua familia sufre y recibe como vuelto aislamientos sentenciados por  su Jehová.
Casi nadie desea sacrificarse ni incomodarse: la solidaridad y humanidad es muy escasa.

No recuerdo, si alguna vez por mis travesuras, ya no deseaban verme mis padres.
Lo que sí sé, es que abandonar a un padre o a los dos, es muy cruel, es terrible;
es la peor ingratitud demostrada a esos mayores que solo nos aman: es un maltrato.
Cómo puedo abandonar a una madre que golpea mi puerta por ayuda… ¿cómo?...
Cómo dejar a su suerte a una mujer que solo supo amarme, cuidarme y aún me ama.

Desde su dormitorio escucho llamarme con urgencia, apenas son las 5:30 a.m.
Se cayó otra vez y le es imposible levantarse por sí misma… le falta fuerza y no voluntad.
El departamento para mi privacidad ubicado en otro piso y asignado por ella,
muy  poco lo habito; sus continuas caídas son las culpables y mi compasión la necesita.
Agradecida díjome: qué sería hijo, si no estuvieras tú aquí… ¡Dios te pague y bendiga!

Nuestra preferida compañía tiene en sus palabras mucho poder, nos pueden manipular,  obligar, incentivar con fuerza a realizar cosas o tomar actitudes tan violentas como dóciles.
Las personas que más amamos son las que nos persuaden y engañan con mayor facilidad.
Nos pueden empujar a la separación, a las malas compañías, al mismo desamor, a la maldad.
También lo sé, porque lo viví… ella también lo sabe… muchos lo saben… lo sabrán…

Todo lo estoy pagando, todo,  hasta el último centavo de ayuda recibido y ya gastado.
Estoy cancelando  la caricia recibida y la no dada, como el amor recibido y no ofrecido.
Nada es gratis en la vida, nada, ni  tampoco los favores  concedidos ni  los  recogidos.
Si haces el bien solo recibirás el bien;  si actúas con maldad, lo malo será tu pago.
Es purificación total… es la vida de mi madre retirándose  divinamente limpia junto a la mía…

Franz Merino

Si deseas colaborar con tu experiencia  y/o  comentarios sobre la vida que llevas con tus ancianos padres, por favor visita esta liga.
Serán bienvenidos y de mucha ayuda para el resto de la humanidad.
No olvides dar clic en ME GUSTA.

No hay comentarios:

Publicar un comentario