jueves, 9 de enero de 2014

ESTOY PURIFICÁNDOME.





ESTOY PURIFICÁNDOME.

Hay casos donde tempranamente ya no se necesita más recibir, pues los padres y la vida les han dado mucho (algunos se hacen que no lo ven o que no pasó, lo miran de soslayo). A todos los hijos de la Tierra les llegará la hora solo de pagar y pagar; unos antes y otros después, pero todos deberán pagar el precio por amar y ser amados y por todos sus pecados veniales y capitales: por vivir. Llega un momento que  nadie deseará cobrar ni pagar. Todos padecerán la final soledad, así estén acompañados por personas, cosas o animales, por naturaleza y riqueza. Todos querrán beneficiarse de la paradoja: “preferir pagar por no recibir, pagar para no seguir cobrando los pagos e intereses de la vida”. Nadie de acá se va sin cobrar y tampoco sin pagar el capital, el interés y el lucro cesante por los latidos del corazón. La vida también cansa, algunos desean la eternidad, la vida eterna, la opinión del anciano sabio lo contradice,  es necesario conversar con un anciano solitario para escuchar su anhelo un tanto suicida y dirá esta verdad: “la vida cansa… ya estoy cansado de vivir… ya le pido a Dios, que me recoja… ya estoy listo y no sé por qué no me toca… apiádate de mí, Señor… ” Todo cansa, el exceso de lo bueno, el exceso de lo malo y los puntos intermedios. La vejez es larga, hijo, me dijo mi padre… escoge bien tu conducta y tu compañía… no lo entendí, hasta ahora que lo tengo clarísimo.
Todos debemos hacernos estas preguntas y responderlas con sinceridad: ¿Estoy cobrando?  ¿Necesito todavía cobrar? ¿Necesito cobrar? ¿Estoy pagando? ¿Necesito todavía pagar? ¿Necesito pagar?  ¿Pagar o cobrar?  ¿Ya me tocó o no me toca aún? ¿He sido buen esposo? ¿He sido buen padre? ¿He sido buen hijo? ¿He sido buen hermano? ¿He sido buen amigo? ¿En qué bueno he sido? ¿En quémalo he sido? ¿En qué falle? ¿Qué he ganado? ¿Qué he perdido? ¿Qué daños hice? ¿Qué daños me hicieron? ¿He sido un buen ser  humano? ¿Es tiempo de saldar? ¿Dar o recibir? ¿Prefiero el mal, antes que el bien? Preguntas, todas ellas que deben involucrar el pasado y el presente He ahí, el enigma.

Cada quien obtendrá o tiene y camina con su verdad.

Lo que la mayoría no puede negar, es que todos avanzamos  llevando una carga en nuestra espalda, además de poseer una paja en el ojo, o una rama, o totalmente caminamos ciegos de nuestro ser y de la vida. Y, nadie, absolutamente nadie,  es dueño de la suerte.

Referente a mis padres: fueron y son lo mejor que he tenido, infalibles. Cómo no demostrarle con hechos y no palabras mi gratitud.
Por mi parte, estoy saldando cuentas particulares y familiares, nada más.
Soy un tremendo imperfecto y un gran pecador.
Estoy purificándome…

Franz Merino
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Prosa inspirada en un comentario del Dr. Edgar Normando Ordoñez, referente a que la bondad recibida de mis padres  poseedores de corazones rojos llenos de pasión por sus hijos, es más que suficiente para justificar mi gratitud hacia ellos.

Gracias, Edgar.

Aún, no es tarde, para desearte un feliz 2014.

viernes, 3 de enero de 2014

TAMBIÉN LO SÉ, PORQUE LO VIVÍ.





TAMBIÉN LO SÉ, PORQUE LO VIVÍ.

A mí nadie me espera, aunque puedo  ya no busco esa bella preocupación femenina.
La espera y ansiedad por alguien amado hoy las perdí… me dejaron… las dejé… abandoné.
Mientras mis hermanos siguen disfrutando de sus vidas  junto a su esposa e hijos,
mi antigua familia sufre y recibe como vuelto aislamientos sentenciados por  su Jehová.
Casi nadie desea sacrificarse ni incomodarse: la solidaridad y humanidad es muy escasa.

No recuerdo, si alguna vez por mis travesuras, ya no deseaban verme mis padres.
Lo que sí sé, es que abandonar a un padre o a los dos, es muy cruel, es terrible;
es la peor ingratitud demostrada a esos mayores que solo nos aman: es un maltrato.
Cómo puedo abandonar a una madre que golpea mi puerta por ayuda… ¿cómo?...
Cómo dejar a su suerte a una mujer que solo supo amarme, cuidarme y aún me ama.

Desde su dormitorio escucho llamarme con urgencia, apenas son las 5:30 a.m.
Se cayó otra vez y le es imposible levantarse por sí misma… le falta fuerza y no voluntad.
El departamento para mi privacidad ubicado en otro piso y asignado por ella,
muy  poco lo habito; sus continuas caídas son las culpables y mi compasión la necesita.
Agradecida díjome: qué sería hijo, si no estuvieras tú aquí… ¡Dios te pague y bendiga!

Nuestra preferida compañía tiene en sus palabras mucho poder, nos pueden manipular,  obligar, incentivar con fuerza a realizar cosas o tomar actitudes tan violentas como dóciles.
Las personas que más amamos son las que nos persuaden y engañan con mayor facilidad.
Nos pueden empujar a la separación, a las malas compañías, al mismo desamor, a la maldad.
También lo sé, porque lo viví… ella también lo sabe… muchos lo saben… lo sabrán…

Todo lo estoy pagando, todo,  hasta el último centavo de ayuda recibido y ya gastado.
Estoy cancelando  la caricia recibida y la no dada, como el amor recibido y no ofrecido.
Nada es gratis en la vida, nada, ni  tampoco los favores  concedidos ni  los  recogidos.
Si haces el bien solo recibirás el bien;  si actúas con maldad, lo malo será tu pago.
Es purificación total… es la vida de mi madre retirándose  divinamente limpia junto a la mía…

Franz Merino

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