miércoles, 29 de junio de 2016

Mi sincero lamento para mi amiga, Mireya Cobos.


Gracias por haberme permitido estar en un momento tan difícil de tu vida, como es el fallecimiento de tu madrecita, junto a tu bella hija y a toda tu familia. Gracias mi gran amiga Mireya, por ser tan buena hija, madre, mujer y excelente amiga, con quien he compartido muchos momentos tristes, muy infelices; como también, las alegrías y abundante felicidad. Mucha fuerza, más de la que tienes desde ahora, mi buena amiga del alma. Todo te saldrá bien; ya verás, solo recibirás millones de bendiciones de Dios y toda la gratitud del ángel maternal que siempre te protegerá. Se te quiere, tu amigo, Franz.
Q.E.P.D.
Rosario Valarezo Arias.