sábado, 25 de junio de 2022

ASÍ PARTIÓ MI PADRE, HACIA LO INVISIBLE.

 


Y su logrado gran edificio se redujo aquel día a un cuarto.

No existían más paredes que dividían sus recuerdos, su hogar.

Presintió que su refugio ya no sería su casa, sino el mundo.

Su cuerpo destilaba un aroma exclusivo, empapaba su lecho mortal.

 

Su partida estaba lista, llegaban sus bellos recuerdos familiares.

¡Sí!, los cómplices transcendentes de su derrotero estaban presentes.

Arribaron de uno en uno los amados, también grupos en su orden de aprecio.

La escena final de su teatro vital se fraguaba en aquella habitación.

 

El regazo de su pariente preferida, la más amada, le sirvió de almohada.

Fueron plumas angelicales las caricias en su frente obsequiadas por su sobrina.

Su respiración se extinguía, sin pronunciar emitía gracias y más gracias a la vida.

Su ángel terrenal y cariñoso se apartó, retomándolo su celeste arcángel San Miguel.

 

Así partió mi papacito, hoy aún presente en su alcoba, en mi corazón y en mi mente.

De vez en cuando, percibo su aroma final; es apacible, me brinda gratitud y calma.

Él, un arcano me reveló: creo y habito en una existencia visible y otra invisible; honro.

¡Así debía ser, así fue! ... ¡Así es!

 

¡Le venero siempre, papi!...

Su hijo,

Franz Alberto Merino Dávila.

¡Feliz mes a todos los padres!

 

P.D. Escrito en homenaje al mes natal y de su partida, abril de 2022

#franzmerino @franzmerino