sábado, 17 de mayo de 2025

ALTERNÉ LOS PORTARRETRATOS

 


ALTERNÉ LOS PORTARRETRATOS


Y alterné los portarretratos... en ese rincón.

El cuadro de mi madre a mi diestra, siempre será a mi derecha;

si hubiera centro, el de mi hija y mi primer nieto,

a la izquierda, abrazando al abuelo, el primogénito,

y entre mi hija y mi madre, mi segundo querido nieto, apenas visto, solo en foto.


Ese orden ven mis ojos, ven esas cuatro fotos, tan dulces como el mango de temporada,

aunque en mi vida, todo el año extraño...


Si mi mano hilara esos cuatro retratos de derecha a izquierda,

no sería de un solo movimiento generacional, como el bordado del recuerdo.

No me los comería de un solo bocado,

sino despacio, saboreando los años de amor, juegos y complicidad;

el tiempo que me ha dado felicidad sin fin...


¡Sólo degusto poesía!

En mi despertar, inspiración en el día,

y cuando acaba la noche, en su textura y sus hilos de crochet bondadosos.


Mis lágrimas jamás quebrarían la magia de los tiempos gramaticales,

ni de su exclusivo color, que está intacto.


Aun perdiendo, he sido un ganador en los dados de mi destino...

¡Volver a empezar, ya no lo quiero!

Nunca será mi deseo: "La otra oportunidad no entró en el juego de mis dioses".


¡Así me moldeaste con tu oleaje, mar Divino!

Fueron tus manos creativas las que me dieron sangre.

Ahora grito, contemplando la pantalla cineasta de mi vida:¡Gracias!


Franz Alberto Merino DÁvila

Escritor y poeta guayaquileño

#franzmerino


Dedicado a mi madre Ethel DÁvila Mora, quien amaba el arte del bordado, y a mi hija-madre Daniela Merino, quien da vida y movimiento a tan bellas madres en su mes. Dos generaciones unidas por el amor, la creatividad y la belleza de sus manos. Franz Merino DÁvila


lunes, 5 de mayo de 2025

EL DOLOR ES PARTE DE LA DANZA

 


EL DOLOR ES PARTE DE LA DANZA


Y la sangre le hería dentro de su piel, de sus piernas estéticas de bailarina: mal presagio. 

Desenrollándose, como su final venía, cubriendo todo su ser el desaliento del último lugar.

El arte empujó con la fuerza en su mente, sumada a la del alma, y, sin palabras, le dijo: "El dolor es parte de la danza, no desmayes tu cuerpo, destinada bailarina, el accidente no te mató." 

La pasión le entregó dos muletas por sus piernas para ser coreografiadas por el arte de otro creador de sueños, como sastre a la medida.

Ahora se suman dos corcheas a la divina geometría de sus movimientos. 

Es un fuerte impacto desde el inicio del pentagrama hasta el fin del silencio.

 No solo es resiliente y catártica, es mucho más, es la mismísima Terpsícore.

Su danza refleja en nuestros ojos dos líneas que inspiran, como sonrisas de un gran hermoso dolor.

Cuando escuche nuestros aplausos y, de pie, ella se levantará y recobrará su vida; nosotros también.


Franz Alberto Merino DÁvila

Dedicado a quien me inspiró: Sophie Hauenherm   (@sophiehauenherm), vista en un documental del canal alemán DW. Extiendo esta dedicatoria a otras bailarinas que encontré navegando en la web, como Laila White, Pollyanna Hope… Y a ti, y a ti, que no te encontré en las redes.